La niña que vuelve con el viento está sentada en una banca que está al pie de un eucalipto de aquel parque.
Ella tiene su mochila a un lado en la banca y en las piernas juegan sus dedos sobre su falda; con las florecitas que el viento trae a ella cuando aprovecha para jugar con las ramas del eucalipto. El arbol suelta caprichoso sus brotes de primavera pequeñas particulas que van a dar a la falda, los cabellos y el parque entero.
El arbol se siente bien. Hace lo que tiene que hacer, es fresco y grande.
La niña espera algo. La niña no sabe que hacer.

De la niña que volvía con el viento tendríamos que hacer historia aparte.
Tendríamos que indicar las coordenadas, si los vientos de santana lo permiten.
Tendríamos que decir que era la niña magneto
la niña sueños,
la niña de uñas azules
de cuadernos siempre revueltos como su cabello
Tendríamos que esperar a mañana para empezar a descubrirla..
Descubrirla para decir que solo se le vió una vez, como si fueran muchas.

-Mamá ya te conté de la niña que viene con el viento ?
-Si hija, me lo platicaste a la hora de la comida.¿terminaste ya tu tarea?

-Tiene cabellos largos mamá y se los despeina el viento. Mañana la veré otra vez. Estoy segura


Pero pasó otro día, y otro y otro y el viento no sopló .

-Mamá, ya te conté de la niña que viene con el viento ?
-No, enseguida me cuentas. Ahora come tu sopa.

-Mañana la veré otra vez, siempre se le caen los cuadernos y le vuelan las hojas.
-Andrea no se dice 'le vuelan las hojas' se dice vuelan las hojas.

-Mamá sabes? ese uniforme no lo conozco es de cuadros pequeños de colores que no se parecen al mío y su cabello despeinado
-Es pobrable que sea de otra escuela -contesta distraída la madre-

-Mañana pasaré otra vez, seguro la veré. Aunque no sea época de vientos.

Crees que pueda ser su amiga mamá... ¿Quien será?
la invitaré a jugar. Aunque no sea época de vientos

La niñaa que volvá­a con el viento.


Era curioso. caminaba tranquila por la acera de enfrente al regreso de la escuela y de pronto empezaba a soplar un vientecillo, tenue primero, fuerte después.
No le quedaba muy claro cuándo era la última vez que habí­a pasado algo así­, pero lo notaba. Daba por sentado que eso mismo, ese mismo viento, ese mismo cabello meciendose a merced del viento y esa misma niñaa que haciendo lo posible por que su falda no volara junto con sus libros en aquel ventarrónn habían pasado ya otro día -y la veía como fotografí­a- doblaba la esquina y se dirigía a ella desde la cuadra más próxima. caminaba despacio, la cabeza agachada y el alma como agazapada a un manojo de libros y cuadernos.

En algun momento de esa imagen -recordaba- se volaba un cuaderno y era imposible atrapar todas las hojas que se liberaban y volaban con el viento hasta allá¡, mas allá¡....
Pensó que habí­a soñaado. pero pasó por su lado con un halo frío y presencia congelante...Con sus libros pegados y la cara oculta tras los mechones de cabello.Un instante se encontraban y a ella parecía que le soñaba el espiritu. ¿Como explicarlo ? No podía ni gritar.

Lo soñó. Aseguraba que lo habí­a soñado y se dijo serena, ha de haber sido un sueño. Pero se le heló el alma cuando al doblar la esquina no había más viento. Calma total. Calle vacíaa y a lo lejos el puesto de revistas de una cuadra antes de su casa.
Se propuso pasar por ahí las siguientes semanas. Adivinen qué pasó